Creo en el amor,
en el melodioso canto de las aves,
me gusta ver sonreír a un niño,
es maravilloso el sonido de la lluvia
es indescriptible y cuando derrama su bondad
es símbolo de vida en la verde campiña.
Todo es bello y hermoso,
es agradable poder aun respirar
aunque no sé cuando esto va ha terminar,
me acaban de diagnosticar
que tengo una enfermedad asesina,
todo a consecuencia de una aventura:
fui acompañado de una mujer coqueta,
que maquilló la muerte con pintura,
traicioné la confianza de mi amada,
no tengo descendencia ni la tendré
y quizás mañana cuando despierte
todo sólo sea un mal sueño
pero que con mi engaño germinó el veneno,
¡tengo SIDA! voy a morir;
valor, resignación me acompañan
contemplo y admiro lo que me rodea
recién entiendo el significado de las cosas.
Ya sé... es tarde
déjame morir con tranquilidad...
ay; mi vida... tengo SIDA.
en el melodioso canto de las aves,
me gusta ver sonreír a un niño,
es maravilloso el sonido de la lluvia
es indescriptible y cuando derrama su bondad
es símbolo de vida en la verde campiña.
Todo es bello y hermoso,
es agradable poder aun respirar
aunque no sé cuando esto va ha terminar,
me acaban de diagnosticar
que tengo una enfermedad asesina,
todo a consecuencia de una aventura:
fui acompañado de una mujer coqueta,
que maquilló la muerte con pintura,
traicioné la confianza de mi amada,
no tengo descendencia ni la tendré
y quizás mañana cuando despierte
todo sólo sea un mal sueño
pero que con mi engaño germinó el veneno,
¡tengo SIDA! voy a morir;
valor, resignación me acompañan
contemplo y admiro lo que me rodea
recién entiendo el significado de las cosas.
Ya sé... es tarde
déjame morir con tranquilidad...
ay; mi vida... tengo SIDA.
J.Cavero
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